domingo, 5 de julio de 2009

El optimismo

Constituye una forma positiva y realista de considerar un problema, es saber valorar lo bueno y minimizar lo malo; no solo se extraen experiencias mas positivas de cualquier situación, sino que con esta actitud también provoca que las cosas buenas ocurran. Tener una personalidad optimista resulta una gran ventaja en la vida.
El optimismo se aprende de la experiencia diaria de la felicidad, pero también de las dificultades, cuando se tiene la oportunidad de enfrentarse a los problemas y retos que se le presentan y a salir victorioso de ellos.

PARA FOMENTAR EN SU HIJO
En este aspecto, más que en ningún otro, el ejemplo cotidiano que se da a los niños es determinante. Por eso los padres angustiados y sufridos que exageran los fracasos y siempre anticipan lo peor, no favorecen en absoluto la inteligencia emocional de sus hijos.
- Mantenga una actitud optimista cuando el niño tenga dificultades, por ejemplo si le ha ido mal en el colegio haga comentarios que lo alienten a buscar una solución, tal como: si pones un poco más de atención puedes compren mejor lo que te dicen; pide ayuda a alguien para que te explique lo que no entiendes aunque te sientas mal en el colegio; es importante que asistas, sé que tú puedes aprender a manejar lo que te incomoda.
- No use solamente la censura como una manera de corregir las fallas o errores de los niños. Cuando sea necesario criticar algún comportamiento niño tenga en cuenta:

1. Hacer la crítica con precisión.
2. Describir específicamente los sentimientos que provoca la conducta inadecuada del niño.
3. Explicar exactamente lo que ocurrió, la causa del problema y el efecto.
4. Permitirle al niño plantear soluciones al problema.
5. Darle tiempo para que las lleve a cabo.
6. Muestre al niño con ejemplos el efecto de actuar de manera optimista en contraste con las actitudes pesimistas.


Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL, Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.

La autoconfianza

Consiste en la sensación de controlar y dominar el propio cuerpo y la propia conducta; es la sensación que el niño tiene de tener muchas posibilidades de éxito en lo que emprende y que los adultos pueden ayudarle en esta tarea. Se trata de otro atributo básico de las personas que son emocionalmente inteligentes.

PARA FOMENTAR EN EL NIÑO
- Hay una norma muy sencilla: no resuelva los problemas por él, si él los puede resolver por si mismo.
- Cuando tenga una dificultad usted debe ayudarlo para que la solucione con éxito, pero no resolverla en su lugar. Si por ejemplo, su hijo quien alcanzar algo y no llega, no se lo alcance, aproxímelo de forma que sea él quien realice la acción. Así va aprendiendo que el es capaz, de resolver problemas, y ello derivará en una alta autoestima.
- Exprésele verbalmente que usted confía en él y en su capacidad para enfrentar las dificultades.
- Tenga presente el valor de su ejemplo. Procure no ser de esas personas que ante cualquier problema se abruman, se irritan o discuten al no encontrar soluciones.

- Si su hijo ve que usted afronta las dificultades tranquilamente, que las enfoca de manera concreta y lógica y busca soluciones alternativas, en lugar de reaccionar con una exageración emocional, él repetirá esta manera de enfrentar las cosas.
- Realice con el niño juegos como La gallinita ciega o La caída hacia atrás, para estimular su capacidad de confiar en sus propias habilidades.



Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.

El control de las emociones

La capacidad de modular y controlar los sentimientos propios en una forma adecuada a la edad, constituye una sensación de control interno, aspecto fundamental en el desarrollo emocional. Para solucionar cualquier problema resulta importante que el niño aprenda a tener control sobre sus miedos, temores y angustia, esto le permite encontrar estrategias diferentes para enfrentar los pequeños problemas y poner a funcionar todos sus recursos internos. Es la capacidad de renunciar a una satisfacción o placer inmediato en aras de un bien mayor.La mayoría de los problemas emocionales de los niños de hoy (pequeños y mayores) se debe a reacciones de ira y agresividad. Por lo tanto, los padres tienen el deber de ayudarles a identificar y manejar estas reacciones.

PARA FOMENTARLO EN SU HIJO

- Enseñe al niño a identificar y reconocer sus estados emocionales; este es el primer paso para el control emocional. Escoja una emoción, por ejemplo el enojo. Invítelo a pensar en cómo reacciona cuando se molesta, qué actitudes de los demás o del medio le provocan rabia, así como qué le permite ganar un poco de calma.
- Muestre al niño los beneficios de pensar antes de actuar, por ejemplo puede contar de uno a diez o respirar profundamente antes de explotar.
- Controle sus propias emociones, recuerde que el niño aprende más de lo que ve que de lo que oye.
- Acuerde con el niño que cuando él se encuentre fuera de casillas,, se retire a u lugar neutral hasta que logre calmarse.
- Una de las alternativas más claras en la pelea o la discusión la constituye la negociación. A través de ella los niños aprenden a no sentirse derrotados ni a desplegar su ira cuando se les lleva la contraria, sino aprendan a ceder algo a cambio de otra cosa que deseen o a esperar un tiempo para así ganar algo mejor, es decir, sustituyen la reacción agresiva por una analítica.
- Muestre al niño las consecuencias de un actuar impulsivo sobre los demás, pero también sobre sí mismo: después de herir a alguien porgue se ha perdido la calma uno se siente
avergonzado y con culpa.
- Enfatice la importancia de las disculpas cuando el niño ofenda o hiera a los demás por haber perdido el control.
- Pídale que repita varias veces frases como: no daré patadas cuando me hagan enojar; No me tiraré al piso cuando no me den lo que quiero.
- Establezca, reglas y límites: los niños las necesitan para manejar su comportamiento, desarrollar un sistema interno de organización y para poder ver los resultados de los sucesos de la vida.
- Dejar que los niños hagan más cosas por su propia cuenta, Esto refuerza. su sensación interna de controlar la capacidad de comprender, integrar y responder con efectividad a las circunstancias que se le presenten,- Permitir a los niños tomar decisiones y asumir loé consecuencias de éstas.


Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.

Para estimular la inteligencia emocional

Los padres deben ser conscientes de la importancia de estimular en los niños el desarrollo de las habilidades emocionales. Cuando se estimula un aspecto de la inteligencia emocional produce un efecto de bola de nieve porque mejora otros. Por ejemplo, estimular la cooperación contribuye a que los niños manejen la presión que sienten por tener éxito en el desempeño escolar, además, les ayuda a controlar la ira, a llevarse mejor con las figuras de autoridad y a desarrollar más amistades.

COMO DAR A LOS NIÑOS UNA ACTITUD POSITIVA?
Brindar aliento y apoyo emocional en forma tal que resulten claramente reconocidos por ellos. Esto significa participar activamente en la vida emocional del niño, enfatizando la aceptación y la consideración positiva, y creando una atmósfera sin juicios en la que pueda transmitirse aceptación, interés y entusiasmo.

Tenga en cuenta lo siguiente:
- Elogiar a los hijos por las conductas adecuadas, pero de manera precisa, sincera y sin adularlos excesivamente.
- Demostrar interés por lo que el hijo está haciendo, participando en la actividad, describiendo lo que ve y reflejando sus sentimientos cuan sea posible.
- No dar órdenes y hacer preguntas de manera inquisitiva. Observar y reflejar lo que se ve sin tener que controlar o guiar.
- Establecer reglas y límites claros, y hacerlos cumplir.
- Definir el comportamiento positivo reforzando la buena conducta con elogios y afecto, haciendo caso omiso de las conductas que sólo intentan llamar la atención.
- Dar señales o advertencias para ser utilizadas cuando comience a portarse mal.
- Cuando se viole una norma claramente establecida, en forma intencional o di otro modo, aplique de inmediato un castigo adecuado. Es preciso mostrarse coherente y hacer exactamente lo que se fijó como sanción.
- Cuando el castigo sea necesario, es importante asegurarse de que guarde relación con la infracción de la regla o la mala conducta.
- Dedicar tiempo para jugar y conversar espontáneamente.


Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.

Que aprender?

El desarrollo de la inteligencia emocional implica desarrollar una serie de habilidades sociales como las siguientes:

LA EXPRESION Y COMPRENSION DE LOS SENTIMIENTOS
Incluye la habilidad para verbalizar los sentimientos y discriminar entre ellos, utilizando esta información para guiar los pensamientos y acciones. Es también la capacidad para comprender las emociones de los demás, por ejemplo el significado de la postura, las expresiones faciales y el tono de voz.

PARA FOMENTAR EN SU HIJO
- Enseñe a su hijo a reconocer y a comunicar sus propias emociones. También a expresar abiertamente los sentimientos.
- Aproveche circunstancian de la vida real para mostrárselo, por ejemplo cuando alguien querido se enferma uno se siente triste, cuando el papá llega sonriente a casa es parque está contento, si alguien llega por primera vez al colegio puede sentir un poco de miedo.
- Permítale expresar emociones diferentes como la alegría, pero también la tristeza, el enojo, el temor, la vergüenza o la culpa.
- Una buena forma de educar a su hijo en las emociones es enseñarlo a reconocerlas con dibujos o fotografías, ayudándole a identificar cuándo una persona está triste, alegre o temerosa. Cualquier otro Juego que implique representar los sentimientos también resulta útil, por ejemplo, la dramatización de una obra o los juegos de mímica.
- Leer a los niños fábulas o cuentos que ilustren sobre los diferentes sentimientos que pueden expresar las personas.
- Enseñe al niño a expresarse positivamente, de los demás, por ejemplo a decir cumplidos a través de expresiones como: me gusta tu vestido; eres muy amable; has jugado muy bien. Muéstrele cómo esto hace sentir bien a los demás consigo mismos.
- Igualmente es importante mostrarle cómo exteriorizar otros sentimientos con las quejas, el enojo o el aburrimiento. Enséñele que todas las personas pueden, expresar la inconformidad o la preocupación ante algo que les molesta, de forma constructiva, proporcionándole a la otra persona la oportunidad de explicar o de dar una solución.


Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL, Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.

La disciplina y el desarrollo emocional

La forma de relacionarse con los hijos va a ser el pilar de su inteligencia emocional y eso depende, en gran parte, de la manera como los padres disciplinan a los niños. Pueden agruparse así:
Los padres muy autoritarios. Generalmente no escuchan a sus hijos, establecen normas muy estrictas y siempre están dándoles órdenes. Esperan que se les obedezca sin ningún tipo de negativa, formando niños reservados o rebeldes, pero en ambos casos con baja autoestima. Tienen la convicción de que los niños deben ser mantenidos en su lugar y los desalientan a expresar sus opiniones. Tratan de dirigir el hogar sobre la base de la estructura y la tradición, aunque muchas veces su énfasis en el orden v el control se convierte en una carga para el niño.


Los padres excesivamente permisivos. Buscan mostrar al niño aceptación y transmitir el mayor aliento posible, pero tienden a ser muy pasivos cuando se trata de fijar límites o de responder a la desobediencia. Les resulta muy difícil negar a los niños cualquier cosa que quieran y muchas veces, por pereza o por no tener las cosas claras, los dejan a su libre albedrío. No imponen exigencias fuertes y ni siquiera tienen metas muy claras para sus hijos. Creen que debería permitírseles un desarrollo conforme a sus inclinaciones naturales, actitud que también los perjudica.

LOS PADRES QUE COMBINAN APERTURA CON FIRMEZA
- Emplean el enfoque centrado en el niño que logra equilibrar los límites claros con un ambiente estimulante en el hogar. Es lo que se ha llamado disciplina positiva, que constituye un tipo de educación que permite el crecimiento de niños con confianza en ellos mismos. También los hace independientes, imaginativos, adaptables y simpáticos. Tienen entre otras las siguientes actitudes:
1 Establecen unos límite (pocos pero muy claros) para que sus hijos sepan a qué atenerse, y afrontan los enfrentamientos con ellos como una oportunidad para entrenarlas en el campo emocional
2 Ofrecen una orientación, pero no sólo por medio del control. Dan explicaciones de lo que hacen permitiendo al mismo tiempo que los niños contribuyan en la toma de decisiones importantes.
3 Valoran la independencia de los niños, pero los comprometen con criterios elevados de responsabilidad hacia la familia, los padres y la comunidad. Esto desalienta el comportamiento dependiente e infantil.

QUE DEBEN HACER LOS PADRES?
- Proponerse actuar día tras día como una madre o padre emocionalmente competente.
- Controlar sus propias emociones.
- Esperar lo mejor de los hijos y hacérselos saber.
- Exigirles que sean responsables.
- Establecer normas familiares claras y coherentes y no renunciar a ellas.
- Hablar mucho con su hijo: oriéntelo sobre lo que puede y no puede hacer; déjelo ver las consecuencias de sus actos.
- Ayudarlo a cambiar las relaciones emocionales que lo perjudican por otras que generen en los demás respuestas más positivas.
- Elogiar sus logros y valorar sus opiniones. Respetarlo para que aprenda a respetar a los demás.
- Contar con una gran dosis de tiempo que usted tiene que dedicar, exclusivamente, a su hijo. Esta es la base para conseguir que su hijo confíe en sí mismo y crezca siendo independiente, imaginativo, sereno y amable.
- Ser un testimonio de todos los comportamientos que desea formar.
- Delegar responsabilidades. Se considera provechoso que los niños colaboren en casa desde que son pequeños. La responsabilidad va ligada a la empatia: llevar un plato a la mesa o ayudar recogiendo sus juguetes constituyen tareas sencillas que su hijo tal vez puede hacer bien. Así se siente que es útil a los demás y se muestra orgulloso por ello.
- Ayudar a los niños a sentirse bien con ellos mismos, combinado con logros específicos y el dominio de nuevos conocimientos.
- Enseñar a los niños a ser persistentes y a aprender a enfrentar las dificultades de la vida, ayuda a que desarrollen nuevos caminos, lo cual puede tornarlos más adaptables e ingeniosos.
- Recompensar los esfuerzos y logros es un factor decisivo en los niños entre ocho y doce años, porque a esta edad comprende que el esfuerzo puede compensar la capacidad.Estimular a los niños a escribir declaraciones. Esto les ayuda a aceptar sus puntos fuertes y limitaciones.


Tomado de: INTELIGENCIA EMOCIONAL Aprendiendo y creciendo juntos, Tomo 1, KEY MASTER SISTEMS LTDA.